Investigadores del MIT, han desarrollado una aplicación de nanotubos de carbono que prometen dar un nuevo enfoque al almacenamiento solar para utilizar cuando sea necesario.
En el 2010 se descubrió diruthenium fulvalene la mejor química para almacenar de forma reversible la energía solar, al no degradarse se pensó que tal vez otros compuestos se podrían utilizar en la misma forma.
Los nanotubos utilizados en combinación con un compuesto llamado azobenceo dieron lugar a un nuevo material más eficiente en el almacenamiento de energía volumétrica. Desarrollándose unas antenas capaces de absorber la energía del sol en forma de fotones.
Estas nuevas antenas sirven también para otras aplicaciones que requieran la concentración de la luz del sol. Los nanotubos podrían ser utilizados en un futuro para el desarrollo de las células fotovoltaicas, con una mayor potencia.
La parte más importante de la captación son los colectores, que convierten la energía solar en energía calórica o eléctrica.
Climatización de piscinas aprovechando al máximo la energía solar mediante paneles solares
Un sistema de paneles se colocan sobre el techo de la vivienda, suelo o alguna cubierta en la ubicación aconsejada por el instalador para captar la energía solar y mediante la tubería existente saca el agua de la piscina que bombea a través del filtro para luego devolverla comenzando de nuevo el ciclo.
Esta fuente de climatización es una alternativa económica y limpia, que preserva el equilibrio ecológico, funciona con el sol y podría ser aplicable a otra cosa que necesitase para funcionar la energía convencional.
